sábado, 16 de enero de 2010

"El fracaso no es fracaso, a menos que no aprenda nada de él": Dr. Ronald Niednagel

Por: Jessica Calderón

El tener dos hijos pequeños ha sido una escuela para mí, he aprendido lecciones valiosas que no enseñan en el colegio o en la universidad. Recuerdo cuando comenzaron a caminar, daban un par de pasos y se caían. Caminaban de lo más chistoso, pero eso no los detenía, seguían adelante, hasta que finalmente aprendieron a caminar bien.


Cuando aprendieron a hablar fue igual, con unas palabras medio extrañas y más señas que otra cosa, expresaban lo que querían decir. Ahora mi hijo pequeño está aprendiendo a comer solo, ya se pueden imaginar el reguero de comida. Y mi hijo grande está aprendiendo a hablar inglés, me encanta que el pronuncia como puede y arma las oraciones con las palabras que sabe y no se detiene.

Me pregunto, en que etapa de nuestra vida olvidamos que para aprender hay que exponerse a fracasar. Y lo que es peor, para tener éxito, hay que comenzar por aprender, pero si ni siquiera nos atrevemos a empezar por el miedo al fracaso, mucho menos podemos esperar tener éxito.

Hasta el momento no he conocido a alguien tan cruel como para que se ría de un bebe que está en proceso de aprendizaje, pero si somos muy crueles con nosotros mismos cuando de fracasar se trata. Nos recriminamos, nos atacamos y nos negamos a volver a intentarlo de nuevo.

¿De cuantas cosas nos estamos perdiendo por el miedo a fracasar? Te animo a que comiences a ver el fracaso como parte de la experiencia de aprendizaje. La próxima vez que las cosas no salgan como las planeaste, no seas tan duro contigo mismo, y comienza a analizar las causas del fracaso y cómo hacerlo mejor la próxima vez. Ese es el proceso natural de aprendizaje, a prueba y error.

Y si tu miedo es a hacer el ridículo, te puedo asegurar dos cosas, primero que muchos querrán tener el valor de hacer lo que has hecho, aunque te hayas equivocado; y segundo, tus mejores amigos siempre te querrán son importar lo mal que te haya ido, o como decía un maestro, no hay nada como el amor de una madre (tu mami siempre te querrá).

Así que comienza a fracasar y comienza a vivir…