Diversas definiciones convergen en que el concepto de fauna está íntimamente relacionado con los tipos de vegetación, climas y ecosistemas. En el caso de la fauna hondureña, cinco grupos la representan: aves, mamíferos, reptiles, anfibios y las áreas protegidas comprendidas por parques nacionales, refugios de vida silvestre, reservas biológicas, monumentos naturales y culturales, zonas productoras de agua, así como áreas de uso múltiple, reserva indígena y de biósfera, entre otras.
El número de animales asciende en la actualidad a más de mil 283, donde 737 son aves, 231 mamíferos, 200 tipos de reptiles y 115 diferentes clases de anfibios, todos ellos presumiendo su vistosidad, movimiento y agilidad propios de cada uno. Los bosques se distinguen por ser latifoliados, húmedos, secos y manglar.
En Honduras, algunas especies animales están condicionadas por las migraciones desde el Norte y Sur América, sobrevivientes de la era cenozoica. Nos referimos al armadillo, Zarigüeya o tacuacín, el oso colmenero y algunos monos.
Sin embargo, otros géneros como los sapos, garrobos o iguanas y el guardabarranco o taragón son autóctonos del territorio. No menos importante es distinguir también a los Murciélagos, el zorrillo, la comadreja, el manatí, el conejo, codorniz, pavas, la guara roja, el tucán, venado cola blanca, éste último considerado símbolo nacional lastimosamente en extinción.
Los entornos naturales que conforman el hábitat de dichas crías se conforma por diferentes regiones ecológicas: selva lluviosa o pluvioselva, bosques nublados, mixtos y sabanas. Lo que permite gozar a los hondureños de un clima tropical, cálido en zonas como la de occidente y en otras respirar un aire caliente como la zona sur o en la costa norte.
Como incentivos al medio ambiente, muchos son los premios que se han instituido para promover la protección de las diferentes crías cuyo nicho sigue siendo la fauna hondureña. Tal es el caso del "Premio Nacional del Ambiente", que se celebra hace más de una década y es impulsado por la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente de Honduras.
Así como ellos, muchas instituciones, organismos y personas naturales se agrupan cada año para formar comités de prevención y sostenibilidad de los ecosistemas, logrando con acierto disminuir y controlar la muerte de muchos animales, aves o reptiles que son propios y característicos de este país centroamericano.
En Honduras, algunas especies animales están condicionadas por las migraciones desde el Norte y Sur América, sobrevivientes de la era cenozoica. Nos referimos al armadillo, Zarigüeya o tacuacín, el oso colmenero y algunos monos.
Sin embargo, otros géneros como los sapos, garrobos o iguanas y el guardabarranco o taragón son autóctonos del territorio. No menos importante es distinguir también a los Murciélagos, el zorrillo, la comadreja, el manatí, el conejo, codorniz, pavas, la guara roja, el tucán, venado cola blanca, éste último considerado símbolo nacional lastimosamente en extinción.
Los entornos naturales que conforman el hábitat de dichas crías se conforma por diferentes regiones ecológicas: selva lluviosa o pluvioselva, bosques nublados, mixtos y sabanas. Lo que permite gozar a los hondureños de un clima tropical, cálido en zonas como la de occidente y en otras respirar un aire caliente como la zona sur o en la costa norte.
Como incentivos al medio ambiente, muchos son los premios que se han instituido para promover la protección de las diferentes crías cuyo nicho sigue siendo la fauna hondureña. Tal es el caso del "Premio Nacional del Ambiente", que se celebra hace más de una década y es impulsado por la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente de Honduras.
Así como ellos, muchas instituciones, organismos y personas naturales se agrupan cada año para formar comités de prevención y sostenibilidad de los ecosistemas, logrando con acierto disminuir y controlar la muerte de muchos animales, aves o reptiles que son propios y característicos de este país centroamericano.